Los pescadores se preparan a falta de nueve días para la apertura de la temporada.

Tan sólo faltan nueve días para que se abra la pesca en la provincia de León por lo que los aficionados ya preparan con esmero sus cañas y aparejos dispuestos a salir a disfrutar en la primera jornada, el domingo día 5, que para muchos marca el comienzo de las vacaciones de Pascua. Quienes han tenido la suerte de conseguir un permiso para un coto en este primer día tan solo aspiran a que la climatología acompañe y no se produzcan fuertes deshielos. La gran mayoría, sin embargo, deberá probar fortuna en los tramos libres ordinarios de los ríos que, aunque son muchos, estarán repletos de pescadores. La masificación que se produce en las primeras jornadas no beneficia para nada la pesca pues la trucha se retrae y no se sitúa en los cebaderos habituales.

Además de los pescadores leoneses, unos cuarenta mil, la fama de los ríos atrae a un importante número de pescadores foráneos, tanto de la propia comunidad, especialmente de Valladolid y Salamanca, como de otros lugares mas alejados como Madrid, País Vasco e incluso la comunidad valenciana. A diferencia del pescador local, que en la mayoría de los casos se llevará el cupo de cuatro truchas si consigue pescarlo, el foráneo, que ha de viajar varias horas, disfruta con la pesca y no le importa devolver al agua las capturas. Esto en líneas generales, pues no faltan excepciones en los dos sentidos. Para los que acostumbran a pescar «sin muerte» las oportunidades de disfrutar de una muy buena jornada sin aglomeraciones son múltiples y variadas, pudiendo incluso escoger el río en función de su mejor o peor situación geográfica y del estado que presenten sus aguas.

Nuevos tramos

Desde hace algunas temporadas y cada vez que se publica la normativa anual de pesca, aparecen nuevos tramos para practicar la pesca sin muerte. Lotramos de pesca sin muerte, así como los escenarios deportivo sociales y los cotos de pesca sin muerte, por una lógica natural, deberían tener muchas más truchas y de mayor tamaño que el resto de tramos de río. Desgraciadamente esto no sucede siempre. Las quejas de muchos aficionados en el sentido de que estos lugares se convierten en Cotos Privados de los furtivos tienen bastante fundamento. Con algunas excepciones la mayoría de los aficionados que disfrutan en las horas centrales del día en estos tramos respetan las normas. El problema surge cuando, en ocasiones, se captura una trucha de gran tamaño. La trucha trofeo, en demasiadas ocasiones, se convierte en objeto de deseo y, pese a que la sanción puede ser muy elevada, el ejemplar no es devuelto al río. Pero no son habitualmente los aficionados quienes esquilman los tramos sin muerte, sino el furtivismo puro y duro que todavía existe. En todo caso los tramos libres sin muerte son magníficos lugares para practicar la pesca sin agobios en la primera jornada. En todos ellos los aficionados deben emplear como señuelos la mosca artificial o la cucharilla con un solo garfio. En ambos casos el anzuelo deberá ir desprovisto de muerte o arponcillo para no causar al pez un daño excesivo y poderlo soltar con absolutas garantías de supervivencia. También se recomienda el uso de sacadera evitar en lo posible el contacto de la mano del pescador con la piel de la trucha. En todo caso es conveniente humedecer mano antes de soltarlo.